Nos contactó un fabricante de productos lácteos, muy conocido en el mercado alimentario, que buscaba una forma eficaz de reforzar su presencia en la mente de los consumidores y llegar a nuevos grupos de clientes. El principal objetivo del cliente no era sólo reforzar el reconocimiento de la marca, sino también crear un pretexto atractivo para comprar el producto que destacara de la competencia. El cliente optó por una campaña de imagen combinada con una mecánica de competición, es decir, una combinación de actividades de marca con un elemento de activación del consumidor.
La premisa era sencilla pero eficaz: cualquiera que comprara leche incluida en la campaña podía participar en el sorteo. La condición era conservar el recibo e introducir su número en un formulario especialmente preparado en el sitio web del concurso. Gracias a este mecanismo, la campaña no solo aumentó el conocimiento de la marca, sino que también tuvo un impacto real en las ventas. Nuestra tarea consistió en desarrollar una estrategia holística para llegar a los públicos más propensos a participar en este tipo de actividades y conseguir un tráfico de alta calidad hacia el sitio web del concurso que se tradujera en inscripciones y aumentara el alcance de la marca.
En el siguiente artículo mostraremos cómo planificamos las actividades, qué canales elegimos y qué resultados pudimos obtener en sólo un mes de campaña.
Identificar al cliente ideal
Toda campaña de éxito comienza con un conocimiento profundo del público al que queremos llegar, y ésta no fue diferente. Antes de embarcarnos en cualquier actividad promocional, dedicamos tiempo junto con el cliente a definir con precisión el perfil del participante ideal. Nuestro objetivo era seleccionar al grupo que no sólo tendría un contacto real con el producto, sino que también sería el más propenso a implicarse en la campaña.
Nos centramos sobre todo en las personas que compran alimentos con regularidad, principalmente mujeres de entre 25 y 55 años. Son ellas quienes con más frecuencia se encargan de las compras diarias del hogar, toman las decisiones de compra y se preocupan por la calidad de los productos que eligen. En este grupo había tanto madres jóvenes como amas de casa maduras, personas que valoran la funcionalidad, la transparencia y la comunicación sencilla.
También queríamos que la campaña llegara a un público consciente, que prestara atención a la composición de los productos, su origen y la reputación de la marca. Sabíamos que la eficacia de la campaña sería mayor cuanto mejor adecuáramos el lenguaje de comunicación y los canales a los hábitos de compra diarios de este grupo. Además, basándonos en nuestra experiencia, nos centramos en personas a las que les gusta participar en campañas promocionales: sencillas, honestas y que ofrezcan una oportunidad real de ganar.
Elección de canales y estrategia
Con el perfil del público ideal claramente definido, pasamos a la siguiente fase: planificar la estrategia de comunicación y seleccionar los canales de difusión adecuados. Sabíamos que la eficacia de una campaña no sólo depende del contenido, sino también de dónde y cuándo se muestra. Para nosotros era crucial llegar a nuestro público en distintos momentos del día, ya estuvieran consultando su buzón de correo electrónico, utilizando su teléfono o navegando por sus sitios web favoritos.
Optamos por tres canales que se complementan a la perfección y nos permiten construir una comunicación coherente pero multidimensional: el marketing por correo electrónico, el marketing por SMS y una campaña de display mediante banners.
El marketing por correo electrónico nos permitió llegar con un mensaje completo, que incluía tanto un elemento de imagen como información detallada sobre las bases del concurso. Los mensajes se dirigieron a públicos seleccionados adecuadamente, lo que garantizó un tráfico de alta calidad y minimizó el derroche de presupuesto en anuncios fuera de lugar.
El marketing por SMS, en cambio, era una herramienta ideal para captar inmediatamente la atención del destinatario. Un mensaje corto y específico con un enlace al formulario del concurso llegaba directamente al teléfono del usuario, lo que aumentaba considerablemente las posibilidades de respuesta inmediata e inscripción.
El tercer elemento fue una campaña de display, basada en atractivos banners gráficos. Su cometido era lograr un amplio alcance y consolidar el mensaje de la campaña en la mente de los usuarios. Los banners se emitieron en sitios web adaptados a los intereses del grupo destinatario, lo que reforzó aún más la eficacia de toda la campaña.
La sinergia de estos tres canales nos permitió crear una comunicación presente en la vida cotidiana del público, discreta pero clara, coherente y atractiva.
Resultados de las acciones
Los resultados de la campaña superaron nuestras expectativas y las del cliente. En solo un mes, las actividades realizadas generaron más de 140 000 sesiones de calidad en Google Analytics 4. Y lo que es más importante, se trataba de sesiones con un alto índice de participación: los usuarios no sólo entraban en la página del concurso, sino que pasaban tiempo en ella, conociendo las reglas de la campaña y explorando los contenidos preparados por el cliente. Esto aumentó significativamente el alcance y la visibilidad de la marca en el espacio en línea, que era uno de los objetivos clave de la campaña. La marca empezó a asociarse activamente con la atractiva iniciativa del concurso, y los mensajes de promoción de la leche se integraron de forma natural en el ritmo diario del espectador.
Aún más agradable es el efecto medible y directo... más de 3.500 registros únicos en el formulario del concurso. No se trata sólo del número de clics, sino de las personas concretas que realmente compraron el producto, guardaron el recibo y entraron en la acción, cumpliendo todos los requisitos. Este nivel de conversión demuestra que nuestra estrategia de llegar al perfil de público adecuado y utilizar los canales de comunicación adecuados era la correcta.
Cabe destacar que la campaña no sólo se tradujo en un aumento del reconocimiento de la marca, sino que también generó beneficios reales en las ventas: al exigir la compra de un producto para participar en el concurso, la actividad de marketing repercutió directamente en la rotación de los lineales. Se trata de un ejemplo perfecto de cómo la combinación de imagen con activación de ventas puede producir resultados tangibles en poco tiempo.
Resumen
La campaña fue un gran éxito, tanto en términos de notoriedad de marca como de resultados de ventas directas e implicación de los usuarios. Conseguimos alcanzar todos nuestros objetivos: aumentamos el alcance y la visibilidad del productor de leche en Internet, activamos a miles de usuarios reales y les animamos con éxito a comprar el producto y participar en el concurso.
Este estudio de caso es una confirmación más de que una estrategia de comunicación bien planificada -basada en un análisis en profundidad del grupo destinatario, una elección meditada de los canales y una mecánica de acción clara- tiene un impacto real. Al integrar actividades de e-mail marketing, SMS y campañas de display, creamos un entorno global que guiaba al destinatario a lo largo de todo el proceso: desde el contacto inicial con la marca hasta la participación activa en la campaña.
Desde el punto de vista de la marca, esto no sólo supuso un aumento de la notoriedad, sino también un impulso tangible de las ventas, que se tradujo en resultados tangibles en forma de un mayor interés por el producto en las estanterías de las tiendas. Para el consumidor, por su parte, la campaña fue una oportunidad de ganar, pero sobre todo de interactuar directamente con la marca, lo que se traduce en un mayor apego y confianza en el futuro.
Para nosotros, esto demuestra que las buenas campañas no tienen por qué ser complicadas: todo lo que se necesita es una buena idea, el socio adecuado para ponerla en práctica y una acción coherente.